Lo que señalas de la inseguridad como una política de estado me parece fundamental, crear un ambiente anárquico es indispensable para justificar el control sobre cada uno de nuestros movimientos: desde cámaras de seguridad en cada esquina hasta registros de datos biométricos. La visión tecnico-cientifica de la izquierda no puede proponer más que soluciones cuantitativas, superficiales; para ellos la delincuencia no se erradica con una restauración moral, se cura aumentando el presupuesto, poniendo más cámaras y más policías.
No hay duda de que una acción efectiva del poder en el marco de un estado de excepción es urgente y totalmente necesaria, pero eso solo puede ser el comienzo de algo más grande, de una auténtica restauración moral de nuestra patria. Hay que comenzar a contemplar soluciones que hoy parecen casi invisibles hasta para los conservadores; muchos delincuentes simplemente disfrutan de estar encerrados en la cárcel porque no tienen nada mejor que hacer afuera, ahí encuentran un techo y comida gratis (y en nuestro caso pueden hasta boludear con el celular) ¿No podemos volver a pensar en castigos físicos? En algunos casos llega a ser un mejor remedio. ¿Y como quieren acabar con la delincuencia si no atacamos el principal foco en que se genera? Las villas tienen que desaparecer, claro está que no podemos dejar a nadie a la deriva, pero tampoco podemos parchear el problema hablando de "urbanizacion", hay que sacar a la gente de ese ambiente enfermizo y decadente, eso no se arregla solo haciendo edificios y calles de colores. ¿Y la "cultura popular" de la marginalidad exportada de los EE UU? La desaparición de la delincuencia, de las villas y de la marginalidad tiene que estar acompañado de un cambio cultural. Las cárceles no se tienen que ocupar solo de castigar, y no estoy hablando del típico discurso rehabilitador progresista porque no es una cuestión de "educacion" y alfabetización, si queremos que cambien tenemos que ofrecerles algo más que un libro y un trabajo en la fábrica, no cambian para agradar al estado ni para ser "buenos ciudadanos", eso no motiva a nadie, pero cuando hablamos de algo que los trasciende, de virtud, de Dios, es algo muy distinto.
Tenés toda la razón. Esto tiene que ser acompañado por reformas profundas en todo sentido. Hay que empezar de nuevo. El Salvador tiene un plan de ese estilo, a largo plazo, que vale la pena tener en cuenta.
"Nunca no es un buen momento para fantasear un poco con la erradicación de la delincuencia — algo que, lejos de ser imposible, es perfectamente alcanzable. Ya lo hemos experimentado en el país, y si no me creés preguntale a tu abuelo."
Anecdóticamente, recuerdo la historia de cómo uno de mis abuelos, a los 9 años, se fue en tren y después en barco, a vivir a la casa de un hermano mayor, llegando sin mayores problemas. Pero claro, eran otros tiempos, más sensatos.
Lo que señalas de la inseguridad como una política de estado me parece fundamental, crear un ambiente anárquico es indispensable para justificar el control sobre cada uno de nuestros movimientos: desde cámaras de seguridad en cada esquina hasta registros de datos biométricos. La visión tecnico-cientifica de la izquierda no puede proponer más que soluciones cuantitativas, superficiales; para ellos la delincuencia no se erradica con una restauración moral, se cura aumentando el presupuesto, poniendo más cámaras y más policías.
No hay duda de que una acción efectiva del poder en el marco de un estado de excepción es urgente y totalmente necesaria, pero eso solo puede ser el comienzo de algo más grande, de una auténtica restauración moral de nuestra patria. Hay que comenzar a contemplar soluciones que hoy parecen casi invisibles hasta para los conservadores; muchos delincuentes simplemente disfrutan de estar encerrados en la cárcel porque no tienen nada mejor que hacer afuera, ahí encuentran un techo y comida gratis (y en nuestro caso pueden hasta boludear con el celular) ¿No podemos volver a pensar en castigos físicos? En algunos casos llega a ser un mejor remedio. ¿Y como quieren acabar con la delincuencia si no atacamos el principal foco en que se genera? Las villas tienen que desaparecer, claro está que no podemos dejar a nadie a la deriva, pero tampoco podemos parchear el problema hablando de "urbanizacion", hay que sacar a la gente de ese ambiente enfermizo y decadente, eso no se arregla solo haciendo edificios y calles de colores. ¿Y la "cultura popular" de la marginalidad exportada de los EE UU? La desaparición de la delincuencia, de las villas y de la marginalidad tiene que estar acompañado de un cambio cultural. Las cárceles no se tienen que ocupar solo de castigar, y no estoy hablando del típico discurso rehabilitador progresista porque no es una cuestión de "educacion" y alfabetización, si queremos que cambien tenemos que ofrecerles algo más que un libro y un trabajo en la fábrica, no cambian para agradar al estado ni para ser "buenos ciudadanos", eso no motiva a nadie, pero cuando hablamos de algo que los trasciende, de virtud, de Dios, es algo muy distinto.
Tenés toda la razón. Esto tiene que ser acompañado por reformas profundas en todo sentido. Hay que empezar de nuevo. El Salvador tiene un plan de ese estilo, a largo plazo, que vale la pena tener en cuenta.
La idea no es solucionar el problema, sino hacerlo rentable.
"Nunca no es un buen momento para fantasear un poco con la erradicación de la delincuencia — algo que, lejos de ser imposible, es perfectamente alcanzable. Ya lo hemos experimentado en el país, y si no me creés preguntale a tu abuelo."
Anecdóticamente, recuerdo la historia de cómo uno de mis abuelos, a los 9 años, se fue en tren y después en barco, a vivir a la casa de un hermano mayor, llegando sin mayores problemas. Pero claro, eran otros tiempos, más sensatos.